Investigan a Venezuela por negocios con Irán

Estados Unidos investiga al Gobierno de Venezuela y a PDVSA por presuntamente violar la Ley Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión contra Irán, que aumenta las restricciones para el comercio con la República Islámica e incluye otras destinadas a impactar a las empresas extranjeras que negocian con el país asiático.

La notificación la recibieron los primeros días de febrero el encargado de negocios de la Embajada de Venezuela en Washington, Ángelo Rivero, y funcionarios de la empresa petrolera nacional, cuando se reunieron con Robert Cekuta, subsecretario adjunto del Departamento de Estado para Energía, Sanciones y Productos Básicos.

«Les hicieron preguntas sobre varias actividades que consideran sospechosas y que aparentemente violarían la ley», señalaron fuentes desde Washington.

Aseguraron que uno de los asuntos en estudio es la presunta venta de gasolina venezolana a Irán, anunciada en septiembre de 2009 por el presidente Hugo Chávez.

El Departamento de Estado confirmó ayer la reunión. La legación venezolana fue consultada vía telefónica y se espera su respuesta.

Fuentes diplomáticas indicaron que la investigación es una señal de que Washington sigue las actividades de Caracas. «Es un mensaje de que debe apegarse a la legalidad», agregaron.

Indicaron que el proceso puede ser largo y no descartaron sanciones si al final se logra comprobar el supuesto incumplimiento venezolano.

La legislación, llamada CISADA, según sus siglas en inglés, la firmó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el primero de julio de 2010, después de que en junio el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1929 que establece sanciones militares y financieras contra la República Islámica.

El texto amplía el alcance de las actividades susceptibles de penalizar según la Ley de Sanciones a Irán de 1996 y se centra en tres áreas: la inversión en la producción de petróleo del país persa; la expansión de su industria de refinación, y la exportación de productos petrolíferos refinados a Teherán. Prohíbe también las transacciones en divisas y las transferencias de créditos o pagos a través de instituciones financieras bajo normativa norteamericana.

Bagaje. El jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Arturo Valenzuela, adelantó el 15 de febrero en una comparecencia ante la Cámara de Representantes del Congreso en Washington que las autoridades «siguen de cerca» si Caracas viola las sanciones internacionales contra Teherán en materia energética.

El presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, negó el 4 febrero que Venezuela despache gasolina a Irán.

Los diputados Ileana RossLehtinen, Ted Poe, Brad Sherman y Dan Burton enviaron a Ramírez una carta, de fecha 24 de septiembre de 2010, en la que expresan su preocupación por «informes según los cuales PDVSA hace negocios con Irán sujetos a sanciones». Exigieron que «informe por escrito que la petrolera «no realizará esas actividades en el futuro» y recordaron que el Congreso estaba dispuesto a «ejercer sus responsabilidades de fiscalización en lo que respecta a sanciones».

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